Todos los que convivimos con gatos sabemos que las visitas al veterinario en algunos caso pueden ser una experiencia desagradable para ellos. Tranquilos en sus atalayas, en casa, en su sitio favorito, todo cambia cuando el transportín les acosa, ese que ya reconocen y que significa algo así como «si entro ahí, me llevan al humano de la bata que me hace cosas raras».
Lo cierto es que una vez allí y con el trabajo que nos ha costado y sabiendo que no van de muy buen humor, puede ocurrir que en la consulta en un despiste, busquen un sitio donde esconderse pero claro, es territorio hostil, desconocido y habrá que buscar un buen escondite, pero hay que ser rápido y todo vale!… esto es lo que habrán pensado estos 10 gatos… aunque alguno con más o menos éxito…
¿Tu gato también es de los que tiene un plan B cuando llega a la consulta del veterinario?
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