Si has adoptado a un gatito cachorro, pequeño, te habrás preguntado cómo educar a un gato, en las cosas más importantes.
La buena noticia es que el gato es un animal tremendamente inteligente y que aprende las nuevas costumbres en muy poco tiempo.
De hecho, con un poco de insistencia, los gatos son capaces de asimilar las órdenes antes que un cachorro de perro.
Por si fuera poco, son animales muy limpios y eso te facilitará la labor en algunas cuestiones que, de otra forma, resultarían más incómodas.
Te contamos algunos consejos para que la convivencia pueda llegar a ser aún más maravillosa si cabe.
El refuerzo positivo
En todos los aspectos que te vamos a mostrar sobre tu gato, deberás entender que es imprescindible que emplees el refuerzo positivo.
Úsalo cada vez que tu gato haga bien algo que le estás enseñado. Prémialo.
Pero tiene que ser en ese preciso instante, para que asocie el regalo con un comportamiento adecuado.
De este modo, el animal relacionará en seguida esa función y tratará de hacer lo que le pides para conseguir su premio.
Cómo educar a tu gato para usar el arenero
Esta es una de las tareas que los propietarios de una de estas mascotas desean que se realice lo antes posible. Pues deberías saber que tu preocupación prácticamente es innecesaria.
El gato es un animal muy independiente y necesita intimidad para hacer sus necesidades.
En este caso, la cuestión depende más de ti. Debes elegir el sitio apropiado para que tu mascota se sienta cómoda y el lugar le resulte íntimo.
Para fomentar la costumbre, que es básicamente natural en ellos, no pongas la caja de arena cerca de su comida y su agua. Son muy escrupulosos.
Procura elegir el arenero adecuado para tu gato y evita colocarlo en una zona de paso, por donde exista mucho trasiego que impida a tu amigo acceder a su arenero con tranquilidad.
Tampoco es una buena idea complicarle el acceso colocando el artilugio en sitios altos o difíciles de llegar.
Procura dejar a tu gato dentro del arenero cada vez que haga una de sus comidas, esto le ayudará a asociar el comportamiento con el acto que deseas que aprenda.
Limpia la arena con frecuencia, mejor si es a diario. Somete la caja de arena a una limpieza profunda una vez por semana.
Tira la arena sucia, lava el recipiente con agua y jabón y recárgalo con arena nueva.
Cómo educar a tu gato para que no muerda
Esta es una costumbre que se puede volver muy incómoda. En numerosas ocasiones, la mordida del gato o un arañazo puede deberse a que está jugando y se acelera demasiado.
Si es así, deja de jugar con él inmediatamente. Debe comprender que si utiliza esa táctica, no hay juego.
Otra razón muy importante es que el animal se acelera y entra en modo cazador. En este caso, no debes reñirle. Está obedeciendo a un comportamiento primitivo y ancestral.
Recuerda que los gatos que viven con nosotros acaban medio adiestrados, pero que nunca estarán completamente domesticados. Va en su ADN.
Si notas que el gato parece estar cazando, usa uno de esos palitos largos con un hilo y un juguetito al final.
Emplea bolas y peluches para gatos, de manera que el animal satisfaga su instinto sin hacer daño a nadie.
En ningún caso, si tu gato te muerde, debes gritarle o rociarle con agua. Solo conseguirás que el animal te tenga miedo.
Cómo educar a tu gato para que no arañe tus muebles
Esta costumbre te puede traer de cabeza durante algún tiempo y puede malograr alguno de tus muebles favoritos.
Además, esta es una de esas costumbres que debes eliminar de la conducta de tu gato lo antes posible.
Si lo has cogido desde cachorro, puedes estimularte a utilizar uno de esos rascadores multiusos. Suelen tener muchos cachivaches alrededor, como un pequeño parque de juegos y se divierten bastante.
Si este no es el caso, todavía estamos a tiempo. Eso sí, recuerda que el gato necesita arañar, es otra de sus características, las de mantener sus uñas afiladas.
Oriéntate por su objeto favorito. Ese mueble al que parece tenerle más ganas, le atrae, se engancha a él y lo tiene destrozado.
Si es un mueble alto, recuerda que hay rascadores de distintas alturas, para que puedas elegir el que mejor se adapta al gato y a tu espacio.
Pero puedes empezar con un simple rascador vertical y ponerlo junto al mueble objeto de su devoción.
Coloca al gato frente al rascador en cuanto notes que comienza a arañar el mueble elegido. También es una buena idea cambiar el mueble de sitio y dejar el rascador en su lugar.
Aquí puede funcionar de nuevo el refuerzo positivo. Dale algunas chuches al lado del rascador, muéstrale que este es un sitio en el que puede estar tranquilo y divertirse.
Acarícialo en ese lugar más que en otras ubicaciones de la casa. Ya verás como pronto le encantará su rascador.
Cómo educar a tu gato para que no se suba a la encimera
En este apartado también te pueden venir muy bien los juguetes y, enlazando con el rascador del consejo anterior, te recomendamos unos juguetes con plataformas a distintos niveles y rascador incorporado.
Puede venirte muy bien para estas situaciones. Facilitas la labor de evitar el arañado y también la de subirse a la mesa
Algo tienes que hacer, porque el gato también es escalador por naturaleza.
En este caso debes volver a usar la razón y la paciencia para enseñar a tu gato a no hacer algo que a él le encanta y a ti te gustaría evitar.
Como siempre, es más fácil enseñarle modales cuanto más pequeño sea tu gato. Por supuesto, tú también debes colaborar, en principio no dejando nunca comida en la mesa.
De todos modos, esta no es la única razón por la que tu mascota puede subir a la mesa.
Los gatos son muy curiosos, y unas llaves, un adorno llamativo… cualquier cosa puede llamar su atención y hacerlo trepar. Lo mejor, por tu parte, es que durante un tiempo procures que la encimera esté completamente vacía.
Durante un tiempo, si tienes un gato un poco cabezota, prueba a colocar sobre la mesa algunas tiras de papel de aluminio.
A muchos gatos no les gusta su sonido y reflejos y evitarán subir con el tiempo. En cualquier caso, la paciencia aquí también resulta primordial.
Cómo educar a tu gato para que no maúlle
Lo primero que debes averiguar es si le ocurre algo a tu mascota. Ten en cuenta que esta es la única manera que el gato tiene de hacerte saber que siente malestar o está enfermo.
Si no es el caso y suele daros la noche a ti y a tus vecinos, tendremos que tomar cartas en el asunto.
Una de las razones del maullido de un gato es, simple y llanamente, que quiere que le prestes atención.
En ese caso, lo mejor que puedes hacer es todo lo contrario. No juegues con él, ni siquiera le mires cuando esté haciendo esto.
Puede ser que la mascota esté en celo. Recuerda que la esterilización evita problemas a los animales y les evita todos los contratiempos que les ocurren durante este periodo hormonal.
Si el gato es muy pequeño es normal que su maullido sea más asiduo. A través de él te va a pedir comida, agua, calor…
Tienes que saber que el gato es un animal muy propenso al estrés. Puede verse sometido a él por un cambio de casa, porque tienes que trabajar y pasa tiempo en soledad, por cualquier tipo de cambio de su rutina…
En estos casos es precisa la comprensión. Procura que tu gato se vea compensado con todo el cariño del mundo cuando estés en casa.
Intenta normalizar el entorno de tu mascota lo antes posible y pónselo lo más parecido posible al que tenía antes. Cuando pase el estrés, el gato volverá a estar como nuevo y dejará de maullar.
Cómo educar a tu gato para que no se arranque el pelo
Estamos ante un buen dilema, porque este comportamiento obedece a causas más serias.
Es cierto que los gatos son animales a los que les encanta pasarse horas acicalándose, pero no se hacen daño.
Si notas que tu gato empieza a perder pelo por la zona del abdomen o las patas y descubres grandes mechones por el suelo, es el momento de acudir a tu veterinario de confianza.
Puede ser por distintas causas, pero todas ellas están relacionadas con un problema que precisa de la intervención del veterinario.
La razón de que tu gato se arranque mechones puede ir desde modificaciones del sistema hormonal hasta problemas con su sistema inmune.
También ocurre cuando el gato tiene parásitos, está estresado, su dieta no es la adecuada o es alérgico a algo.
Como ves, en este caso tú no podrás hacer nada, excepto dejar el asunto en manos de su médico.
Él determinará, después de analizar al gato, cuál es la causa del comportamiento anormal y te dará las pautas a seguir para que todo vuelva a la normalidad.
Cómo educar a tu gato para que no se suba a tu cama
Algunos dueños están encantados con la sensación de protección y afecto que les produce dormir con su gato.
En otras circunstancias (una alergia fuerte, falta de espacio…), la mascota no debería compartir cama.
Debes hacer comprender a tu gato que tu cama no es un espacio por el que él pueda rondar.
No va a ser sencillo, porque a este tipo de mascotas les encanta pasar el tiempo tumbados, durmiendo, sobre algo limpio y acolchado… tu cama cumple con todos sus requisitos.
Por si todo ello fuera poco, tus feromonas también entran en el juego. La cama en la que tú duermes está impregnada de tu olor y esto para el gato es un reto.
Él siempre querrá esparcir su propio olor por todos los huecos de la casa. Así que tu cama es un buen lugar que marcar.
Ya hemos comentado que no sirven los castigos.
Cuando veas que va a subir a tu lecho o ya esté acomodado en él, cógelo suavemente y colócalo en la suya.
Una opción para gatos reticentes es hacer ruido con algo que les resulte desagradable. Cuando lo veas en tu lugar de descanso, agita una lata con monedas o algo parecido.
Es muy importante que el felino no se dé cuenta de que el ruido lo haces tú. Son muy inteligentes, inmediatamente dejará de tener miedo y persistirá su conducta.
Otro sistema es el de moverlo e incomodarlo cada vez que lo veas dormido en tu lecho. Hazlo persistentemente. De este modo, el gato entenderá que este no es un buen lugar donde descansar.
Por último, para los más cabezotas, lo mejor que puedes hacer es mantener cerradas las puertas de los dormitorios.
Recordamos que esta medida es solamente para situaciones extremas de alergias, en las que el dormir con ellos, provoca gran malestar en el sistema inmunológico de quien la padece y debemos acostumbrar al gato a que no esté en la cama, por motivos de salud.
Pensamos que no hay mejor experiencia que dormir con ellos.
Cómo educar a tu dueño para…
Antes de acabar con este artículo, es bueno realizar un balance sobre algunos puntos clave en la educación de un gato. Si ya has tenido una de estas mascotas, sabrás de lo que hablamos. Si vas a adoptar una, puedes tener una guía para poder educarlo.
Lo más importante es que esa educación comience lo antes posible, cuando son cachorros y nada más llegar a casa. No utilices la violencia ni los métodos desagradables, el gato es más propenso a seguir instrucciones si sabe que consigue algo agradable: premios, juguetes, caricias…
Finalmente, ten mucha paciencia con un animal que, aunque lleve con nosotros más tiempo que las Pirámides de Egipto, seguimos sin poder domesticar del todo.
El felino tiene sus instintos muy desarrollados y eso no significa que no te quiera, solo que ciertos impulsos son demasiado fuertes para él.
Procura evitarle situaciones estresantes, dejarle mucho tiempo solo o no dotarlo de juguetes, un buen espacio para descansar, un sitio limpio para su agua y su comida y uno íntimo para que haga sus necesidades.
Si las cosas no funcionan, siempre podrás pedir consejo sobre cómo educar a tu gato.
Por último, nos encantaría que compartieras en FeelCats, tu experiencia con tu gato y si crees que has educado de algún modo a tu gato, en alguna costumbre que no fuera de tu agrado.