Juntar dos gatos en casa no es una tarea fácil. Y, si ya estabas al tanto de que no se trataba de un asunto sencillo, vamos a profundizar en qué razones hacen que resulte tan complejo en algunas ocasiones y cómo puedes afrontar este tipo de situaciones.
Comprendiendo el carácter de los gatos
No hay nada en el código genético de un gato doméstico, que le impida vivir felizmente con otros gatos, si las condiciones son las adecuadas.
Los gatos domésticos comparten voluntariamente el territorio, cuando hay mucha comida y en esas circunstancias, necesitan comunicarse, no sólo para defender el territorio, sino también para resolver diferencias de comportamientos y para mantener su jerarquía dentro de un grupo.
Por otro lado, forjar lazos sociales, es fácil para los cachorros de menos de siete semanas. Se requiere entre 2 y 5 semanas, para que un gato adulto, se adapte a su nuevo territorio y por lo menos, 3 semanas, para aceptar a un nuevo felino, en la familia humana.
Ten en cuenta, además, que a la hora de que dos gatos congenien, influirán algunos factores como por ejemplo: que haya diferencias de edad entre ellos, que uno de ellos esté enfermo, las especies o razas, los temperamentos de cada uno, que estén esterilizados o no, incluso su pasado y la forma en que se ha criado en los primeros meses de vida.
Juntar dos gatos en la misma casa
Los gatos son animales territoriales y celosos de sus espacios. No les satisfará que otro de su especie se entrometa en ellos. Considerarán que pone en peligro el reparto de «los recursos» de los que ha disfrutado hasta el momento.
Por eso, en las siguientes líneas te damos consejos para hacer este proceso, mucho más efectivo y evitando los contratiempos, que se puedan producir.
Recomendaciones para que dos gatos «se conozcan»
Imagina que vas a adoptar a un gatito, el cual tendrá que acabar conviviendo con el que ya residía en tu casa, así que deberás preparar un primer encuentro que no resulte conflictivo.
Para conseguirlo, es preciso que ambos gatos se acostumbren a las presencias de sus futuros compañeros de residencia. Por eso, conviene que impregnes sus lugares habituales del olor de su nuevo acompañante.
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Usando una cama donde haya estado nuestro gato o un juguete que use habitualmente, para dárselo al nuevo gato y de vuelta, al gato anfitrión. De esta forma, no les resultará tan chocante cuando lo sientan de una manera más directa y ya habrá un mensaje no escrito, que los habrá acercado.
Cuando el gatito adoptado sea trasladado a casa, deberá estar un tiempo en una habitación propia, en la que cuente con todo lo que necesite para hacer su vida.
El gato veterano podrá ir asimilando, de este modo, que hay una nueva presencia en la casa. La olerá, por ejemplo, a través de las rendijas. En todo caso, que no acceda a esa habitación.
A su vez, el nuevo gato, antes del primer contacto, es muy positivo que vaya conociendo la nueva casa o «territorio». Puedes en determinados momentos, dejar que vaya recorriendo el resto de la casa, con los olores, mientras por ejemplo, el gato que ya vive en ella, está en una habitación.
Todo preparado para juntar dos gatos que no se conocen
En menos de diez días, ha de llegar el momento de organizar el primer encuentro. Un truco muy efectivo, es colocar un par de cuencos, debidamente separados, con una de esas «latitas preferidas» de tu gato, de manera que el gato mayor asocie este estímulo positivo a la nueva compañía.
Esto se puede repetir, con los cuencos de comida cada vez más cerca y separados por ejemplo, por un silla, de manera que se vean, pero que haya algo entre ellos.
Si por alguna razón, hubiera una reacción en forma de pelea, sepáralos, pero no les grites ni sientas ansiedad (la notarán y no contribuirá). Repite, pasado un tiempo, este tipo de encuentro y potencia que cojan confianza. Ten paciencia.
Los bufidos son casi inevitables, pero poco a poco, irán cesando y darán lugar a un acercamiento, que podrá acabar con la aceptación del nuevo miembro de la familia.
En definitiva, si has pensado en cómo juntar dos gatos, puedes seguir estas recomendaciones, para que haya una buena armonía y adaptación, y conseguir que la convivencia bajo un mismo techo, no sea una misión imposible en su inicio. Una mala presentación, puede hacer que la aceptación se retrase.
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