Cortar las uñas a un gato no es nada fácil, aparte de la molestia que supone para el animal y lo delicado que puede llegar a ser para no causarle ningún daño.
Los felinos nacen con uñas porque las necesitan para subsistir y realizar funciones vitales. Con las uñas se rascan, trepan, juegan, se agarran al terreno para no desequilibrarse, caminan y cazan. Les proporcionan empuje para saltar. Les pueden salvar la vida cuando escalan a lugar elevado para escapar.
Inclusive, utilizan sus uñas como medio de expresión. Cuando se desperezan y extienden sus uñitas, se sienten a gusto en el lugar o con la persona.
Si te aproximas para acariciarlos pero ellos no quieren, será habitual que te toquen con las uñas de las patas traseras. Si los tienes en brazos y te agarran con las uñas sin sujetarse demasiado, comunican su deseo de que los dejes marchar.
Si tu gato sale fuera de casa o se relaciona con otros animales del exterior no deberías cortarles las uñas. Le estarías quitando sus defensas, no podría explorar el terreno para poder regresar a casa y le dejarías en situación de inferioridad ante posibles atacantes.
La otra opción es que tu gato no salga nunca de casa, se ponga muy nervioso y rasque los muebles, paredes o cortinas, incluso teniendo juguetes o zonas exclusivas para él. En ese caso, hay muchas personas que consideran necesario cortar las uñas al gato. Así quieren evitar desperfectos, que haga daño a algún miembro de la familia o a sí mismos.
Desde luego, siempre es mejor que eduques a tu gato para que se acostumbre a limar sus uñas en determinados lugares. De esa forma no incapacitas sus instintos de supervivencia y será posible una buena convivencia.
La desungulación y sus problemas
Estamos hablando de una operación quirúrgica delicada en la que se amputan las últimas falanges de los dedos, de las que surgen las uñas.
Requiere anestesia general porque el dolor sería insoportable para el animal. También se cortan tanto el tendón retráctil como el tejido blando que rodea todo el conjunto.
Por otra parte, hay complicaciones variadas. Desde dolor crónico y excesivo, hasta huesos astillados o nuevo crecimiento de las uñas. Además, acaban con ansiedad y se vuelven agresivos.
En ningún caso es recomendable e, incluso, está siendo penalizado por ley. Hasta el momento, solo 7 comunidades autónomas prohíben esta práctica: Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Murcia y Navarra.
En el resto no hay expresa alusión o se permite con la excusa de mantener las peculiaridades de alguna raza.
Ponte en su lugar, ¿querrías que te amputaran una mano o pie sanos?
10 Consejos de como cortar las uñas a un gato
Paso 1.
Lo primero que debes tener en cuenta es que el gato es dueño de sus sentimientos y acciones. Es un animal que nos elige como dueños, no al revés, por lo tanto, no entenderá el acto de cortar las uñas y es por eso que debes entender que para él, no será agradable en la mayoría de los casos. También recomendamos crear este hábito desde que son pequeñitos. Siempre con palabras, gestos y tono de voz amable y llenos de dulzura. De otra forma lo entenderá como un castigo y saldrá corriendo.
Paso 2.
Acaricia sus almohadillas con frecuencia. Expresa tu cariño hacia él con este gesto, lo tranquilizará cuando hagas lo mismo con la intención de cortar sus uñas.
Paso 3.
Espera el momento en que esté tranquilo o adormilado. Cógelo con suavidad y colócalo sobre tu regazo, igual que harías con un delicado bebé. Las caricias y mimos deben ser continuos.
Paso 4.
Si cuentas con la ayuda de otra persona para evitar que tu gatito se mueva, debe ser alguien de su confianza. De otra forma podría alterarse y habría que interrumpir el aseo.
Paso 5.
Usa el accesorio más cómodo para tu gato y deja que juegue con él, para que le resulte familiar. Puede ser un cortaúñas, tijeras o guillotina, entre otros.
Paso 6.
Presiona con suavidad la almohadilla para que salga la uña. No aprietes porque le harás daño.
Paso 7
Corta solamente el extremo de la uña. Es la parte que le sobra y de color menos rosado.
Paso 8.
Si te pasas, cortarás la vena, sangrará y le dolerá.
Paso 9.
Ante la duda, corta de menos.
Paso 10.
Posiblemente necesitarás varios intentos para terminar el aseo de sus uñas.
Lo que nunca debes hacer al cortar las uñas a tu gato
– No intentes forzar a tu gato, solo conseguirás alterarlo y que te rehúya.
– No pierdas la calma, ni te irrites o grites. Provocarás el temor del gato y una mala reacción.
– No utilices tijeras poco apropiadas, solo conseguirás dañarlo.
– No tardes más de 10 minutos en cada intento. Tu gato no aguantará mucho más.
En conclusión…
No todos los gatos se comportan igual al contarles las uñas, los hay tranquilos o los que simplemente, es tarea imposible. ¿de qué bando es tu gato? comparte con nosotros tus experiencias sobre el tema.