Uno de los mayores tópicos que existen en relación a los gatos, es el gatito y el cuenco de leche de vaca.
Películas, dibujos animados e incluso la literatura, han ayudado a creer que la leche es buena para los gatos, si están desamparados, especialmente si este es pequeño y es en gran parte, un error típico.
Los gatos, por norma general, no necesitan, ni deberían beber leche de vaca.
Especialmente si son gatos de menos de 2 meses de vida, o los gatos ya adultos. Sin embargo es cierto que los primeros, si están en época lactante, la necesiten, pero de su propia madre. Leche materna de gata lactante.
Por lo general un gatito se desteta a partir de tercer o cuarto mes, periodo a partir del cual dejan de tomar leche para siempre.
La mejor leche para los gatos, es la de su madre
Una de las recomendaciones que siempre hacen muchas protectoras, es asegurarnos que cuando encontramos una camada de gatitos, comprobar que la madre esté cerca.
El periodo de lactancia es vital para ellos, porque su sistema inmunológico está en proceso de reforzarse y por lo tanto, separarlos de ella, puede provocar que un gato, sea más vulnerable a las enfermedades, por no haber completado esta fase, adquiriendo los anticuerpos necesarios.
Por lo tanto, dar leche de vaca a un gato, de manera habitual, es darle un alimento, que contiene lactosa en gran cantidad, siendo responsable de afecciones digestivas derivadas de la poca capacidad que tienen muchos gatos, para digerirla, una vez han pasado la etapa de destete.
Porque no es buena la leche de vaca para un gato
Para entender cómo afecta la lactasa de la leche, lo primero que diremos es que es un proceso de adaptación según las necesidades de cada etapa, del sistema digestivo de los gatos.
Cuando estos son lactantes, su sistema digestivo, produce más lactasa (encima responsable para digerir la leche).
A medida que se produce el destete, los gatos dejan de producir esta encima, o reducen su producción, porque ya no hay necesidad de seguir amamantándose.
En gatos adultos, es muy probable que se produzcan cuadros de intolerancia a la leche, precisamente porque ya no la producen o si lo hacen es una cantidad mucho menor.
Síntomas de la intolerancia de los gatos a la leche
Independientemente de su edad, si un gato ha desarrollado intolerancia a la lactosa, al igual que ocurre en los humanos, los síntomas pueden ir desde diarrea, vómitos, dolor e hinchazón estomacal, pérdida del apetito y gases.
Si el gato ha consumido leche de vaca y es intolerante, el síntoma más habitual es el vómito, en cuyo caso, lo mejor será consultar al veterinario para explicarle lo sucedido y es quién seguramente te confirmará lo que le sucede y las recomendaciones a futuro.
En algunos casos y en menor número, puede ocurrir que un gato sea alérgico a la lactosa, lo que supondrá una sintomatología distinta, además de los citados a la intolerancia, se suman, erupciones en la piel, dificultades respiratorias e incluso problemas cardíacos.
Muy importante acudir al veterinario lo antes posible y explicar lo sucedido.
¿Pero entonces puedo darle leche de vaca a mi gato?
Como podrás observar, dar leche de vaca a un gato no es necesario, e incluso lo más probable es que no sea una buena idea.
Si lo haces, debe ser muy poca cantidad, para asegurarnos que no le sienta mal. Si no es intolerante o alérgico, se le puede dar, pero siempre en pequeñas cantidades.
Sería recomendable que la leche fuera sin lactosa, e incluso mejor si son derivados lácteos como el yogurt natural, que a muchos gatos les atrae y les gusta.
Recuerda, de manera esporádica y en pequeñas cantidades.
Para el caso de gatitos que por causa de fuerza mayor, han sido destetados antes de tiempo, existen leches especiales para gatitos , para cubrir las necesidades nutricionales, durante esta fase de crecimiento y sólo durante un determinado periodo.
Como ves la leche de vaca, no es un alimento necesario, en la nutrición de un gato, en cualquiera de sus etapas y si podemos prescindir de su uso, mejor que mejor.
La única leche necesaria y vital para ellos, es la de su madre, al nacer.