El gato de Alicia en el país de las maravillas es un personaje de ficción que se ha convertido en uno de los más populares de la cultura occidental.
Ten en cuenta que esta novela, representada también en el teatro y el cine, ha sido vista por millones de espectadores de varias generaciones.
No es extraño, por tanto, que numerosas personas crean que este gato esté inspirado en alguno existente en la vida real. Lógicamente, en uno que no tenga sus poderes sobrenaturales.
Son, por tanto, muchas las teorías que se han expuesto sobre él, pero no todas dan en el clavo.
Por nuestra parte vamos a intentar aclararte las claves principales de un personaje de extraordinaria popularidad, el gato Cheshire y cuya fama nos sobrevivirá. Acompáñanos, como amante de los gatos que eres, por este mundo mágico de los felinos. Presta atención, empezamos!
El gato de Cheshire
Si te has preguntado por el gato de Alicia en el país de las maravillas y su nombre, te confirmamos que, además de ser conocido como gato de Cheshire (por este condado de Inglaterra), es identificado como gato sonriente o gato risón. Son los sobrenombres que se le han puesto en las versiones latinoamericanas de las aventuras de Alicia.
¿Qué tiene de especial este gato? Aparte de una amplísima sonrisa, su capacidad para aparecer y desaparecer. Incluso puede llegar a dejar visible solo la cabeza o la sonrisa.
Su misión, como personaje de estas historias (también tiene protagonismo en A través del espejo y lo que Alicia encontró allí), consiste en mantener conversaciones de contenido más o menos filosófico con Alicia. Recuerda que, en el marco de la temática fantasiosa de esta película, este desafío a las reglas de lo común que representa el gato de Cheshire juega un papel muy importante.
Por ejemplo, ¿qué pensarías si el gato de Cheshire te preguntara si alguna vez has visto un gato sin sonrisa, pero no una sonrisa sin gato? Pues este tipo de disyuntivas le plantea este curioso felino a la pequeña protagonista.
Es posible que Cheshire pueda simbolizar el propio subconsciente de Alicia, en los momentos en que el personaje está más desorientado, intentando llegar a conclusiones lógicas, cuestionando todo aquello que damos por hecho. Solo así a veces, podemos llegar a la verdad.
Alicia en el país de las maravillas
Para ser más exactos, tenemos que remitirnos a Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas. Se trata de un cuento del escritor inglés Lewis Carroll.
Su primera publicación data de 1865, pero desde entonces ha ejercido un fuerte influjo en el mundo de la cultura popular. Aparte de numerosísimas reediciones del libro, son también incontables sus versiones en el género dramático o las películas. El musical, sin ir más lejos, no es un subgénero ajeno a sus adaptaciones.
Dentro del ámbito literario, se enmarca en el género de los libros de fantasía y se ha revelado como una de las obras capitales del subgénero del sinsentido. Esta obra pone en jaque los límites de la lógica y hace pensar al espectador en sus claves.
Y lo consigue mediante los diálogos y las aventuras de Alicia, una joven que cae en un agujero dentro del cual se encuentra un mundo mágico. Un mundo en el que los humanos conviven con los personajes antropomórficos y los animales parlantes.
La sonrisa de Cheshire, el gato que «juega» con Alicia
En primer lugar, tenemos que señalar que se tiene conocimiento de esta expresión inglesa (greening like a Cheshire cat) desde el siglo XVIII. No en vano ya sale en el diccionario clásico de la lengua vulgar (1788) de Francis Grose.
En esta recopilación se dice que esta sonrisa implica enseñar tanto las encías como los dientes. John Wolcot, por su parte, también hace referencia a que la corte sonreirá como uno de estos gatos en Pair of Lyric Epistles (1792).
De todas maneras, también se cree que estos dichos pueden provenir del queso con forma de gato sonriente que se vendía en el condado de Cheshire. Cuando a la gente se le iba acabando este queso solo quedaba al final la sonrisa del gato.
Asimismo, otras teorías, como la de Samuel Mander (siglo XIX), señalan que el origen de este gato es el error cometido por un pintor en el dibujo de un león del escudo heráldico de un noble de la misma zona.
La creación de Lewis Carroll, el gato del país de las maravillas
Finalmente, más allá de que el autor del encabezamiento de este apartado conociera las anteriores teorías, remarcamos que hay expertos en el tema que opinan que pudo inspirarse para crear el gato del pais de las maravillas en esculturas que le resultaban familiares.
Por ejemplo, una que se encontraba en la iglesia de St. Peter (Croft-on-Tees). Otra línea de investigación incide una gárgola de St. Nicolas Church (Cranleigh). Por último, también se ha pensado, en este sentido, en una escultura de la torre de St. Wilfrid´s Church (Grappenhall).
En definitiva, ya sabes más sobre el gato de Alicia en el país de las maravillas, lo que seguro que te hace amar más, sean o no reales, a estos animales.