¿Tu gato vomita más de lo habitual y no tienes claro por qué sucede?. Vamos a ver algunas de las causas por las que los gatos vomitan la comida.
Y de esta manera entender cual podría ser la causa y poder confirmarlo siempre después, con tu veterinario de confianza.
Por muy habitual que pueda parecer, un gato no debería vomitar y si lo hace, es que algo está ocurriendo.
Veamos cuáles pueden ser las diferentes causas.
Una mala alimentación
Los gatos son especialmente sensibles con la comida preparada o procesada de hoy en día. En muchos casos el alimento no reúne las condiciones idóneas en cuanto a calidad nutricional y las proteínas contenidas, pueden proceder de subproductos animales, de difícil digestión.
También un alto contenido en cereales, puede provocar cuadros de intolerancia alimentaria y pueden desencadenar en alergias, que muchas veces tienen, el vómito, como uno de sus principales síntomas.
La suerte es que hoy en día puede haber una alternativa a un tipo de alimentación, que nos aseguren un alto valor biológico, para reducir el nivel de intolerancias.
Cada vez más marcas han decidido dar un paso adelante y ofrecer productos de la más alta calidad para nuestros gatos.
Cambiar la fuente de proteínas
De la misma manera hay casos de gatos que alimentándose de un piensos de buena calidad, puede incurrir en el vómito ocasional.
Esto puede suceder porque los gatos se acostumbran a un tipo de proteína (por ejemplo de origen en el pollo y a través del pienso) de manera que son poco receptivos al cambio.
Es bueno que el gato, cambie del tipo de proteína y no coma siempre la misma, generando intolerancias o rechazo.
En estos casos es bueno cambiar la dieta de tu gato, por alimentos de grado de nutrición humana y si es posible, incorporar una dieta a base de alimentos crudos o BARF.
Abusar de snacks, chuches o comida no adecuada
Muchos dueños de gatos, no escatiman en la calidad de los alimentos y le procuran la mejor alimentación.
Esto es genial, sin embargo en las horas muertas, ofrecen a sus mascotas snacks o premios, de dudosa calidad.
Estos, llevan en su mayoría, aromatizantes, aditivos y olorantes, que los hacen irresistibles para ellos, pero son los responsables en muchos casos, de problemas gastrointestinales y vómitos posteriores.
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La leche también es un foco de intoleracias, sobretodo si es leche no está preparada y no es específica para ellos, como la leche de vaca.
Los gatos no tienen la enzima necesaria para digerir la lactosa, por lo tanto, vómito al canto. Lo mismo pasa con los alimentos procesados, para consumo humano.
No deberían comer, por mucho que insista, de esa pizza tan jugosa, por poner un ejemplo. No es buena para ellos.
Comer de manera compulsiva y sin masticar
Cuando llega la hora de comer, quizás hayas notado que tu gato está ansioso. Cuando le pones el bol de comida, lo devora muy rápidamente.
En caso de haber varios gatos, es posible que uno de ellos, después de terminar, quiera comerse la comida de su “hermano”.
Aquí tenemos un problema, porque el esófago de un gato es horizontal, de modo que si come muy rápido, es muy probable que la comida vaya directa al esfínter esofágico inferior.
Este hecho, provocará una regulgitación de la comida sin digerir, al poco de haber terminado de comer.
En estos casos es importante ayudar a nuestra mascota a comer despacio y en el caso de que haya varios gatos en casa, lo mejor es que coman por separado (incluso en habitaciones diferentes), para evitar una “competición” o que la ansiedad de comer de uno de ellos «se contagie» al otro.
A la hora de comer debe de haber calma y nunca competencia. Repartir la comida durante un periodo de 15 minutos, puede ser una solución, hasta que se acostumbre a ampliar los tiempos dedicados a comer.
Otra solución a los problemas de ansiedad a la hora de comer, es que los trocitos de comida, sean más pequeños y repartir las dosis de comida, de manera que haya más frecuencia y la dosis sea menor.
Ansiedad antes de las comidas
Si tenemos programada la comida de nuestros gatos, por ejemplo por la mañana a primera hora y después por la tarde a última hora, notaremos que cuando se acercan estas horas, tus gatos se vuelven ansiosos e incluso anticipan cada vez más la reacción de pedir comida, cuando saben que llega el momento.
Ocurre alguna vez, que la hora de comer, se retrase, por la razón que sea. Algún gato más ansioso, puede haber activado la pre-digestión (jugos gástricos) y provocarle un vómito, como medida de protección, frente a los ácidos generados en su estómago y evitar así una mayor irritación.
Lo mejor en estos casos es darle algo que comer como un snack o un poquito de comida, antes de darle el alimento final.
De esta manera vamos a disminuir la irritación gastrointestinal y el vómito de tu gato, antes de comer, es casi seguro que no se producirá.
Algo no funciona bien en el Páncreas
En ocasiones, el vómito de un gato de manera intermitente, puede estar relacionada con el páncreas y un mal funcionamiento de este.
En estos casos, el páncreas puede estar generando una cantidad insuficiente de encimas, que son las responsables de fragmentar los componentes de los alimentos, es moléculas más simples y que puedan ser absorbidas por la mucosa intestina.
Cuando esto ocurre, es posible que los reflujos de una mala digestión, acaben provocando el vómito del gato.
En estos casos lo mejor es acudir a un veterinario y explicar lo que está sucediendo. El le hará las pruebas pertinentes para determinar se trata de una pancreatitis crónica felina, y poder poner el tratamiento adecuado, incluso añadiendo encimas digestivas a la alimentación.
Las temidas bolas de pelo
La muda o cambio de pelo en un gato es considerable, sobretodo en primavera y en otoño, aunque esta se produce durante todo el año.
Si el pelo muerto se acumula y no se cepilla a los gatos domésticos, al final, debido a sus aseos diarios, es muy posible que los pelos, acaben en su estómago.
Estos pelos se van acumulando, ya que no son digeridos y provocan en muchas ocasiones, vómitos para poder ser expulsados.
Para facilitar la acumulación de pelo y evitar estos vómitos y el malestar de tu gato, lo mejor es cepillarlos de manera habitual (3 veces por semana si es de pelo corto y una vez al día si es de pelo largo), para retirar el pelo muerto y procurarles malta evitando así, que se acumulen en su tracto digestivo.
Envenenamientos o intoxicación
Lamentablemente los envenenamientos de gatos, es algo más común de lo que creemos. En estos casos y si tienes la intuición de que los vómitos de tu gato han sido o bien por un envenenamiento o intoxicación, los mejor es acudir lo más rápido posible a un veterinario de urgencia, para que pueda poner en marcha el protocolo en estos casos.
La rapidez es vital en estas situaciones.
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Es importante comprender que el vómito no es algo normal en la naturaleza de los gatos, a pesar de que es algo hablado y recurrente, pero si tu gato vomita de manera frecuente, es que algo está sucediendo y lo mejor es saber cuanto antes el motivo,
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