Esta historia es muy curiosa y te sacará una sonrisa. Nos habla de Stanislav Zak, un profesor ruso, que un día perdió a su gato blanco y negro.
Después de buscarlo con ayuda de amigos y vecinos, acabó encontrándolo en un refugio de animales cercano, donde lo habían llevado.
Lo gracioso es que él no sabía que ese gato no era realmente el suyo, pues después de un mes, apareció en la puerta de su casa, su gato real.
Ahora tiene dos gatos que son, y aquí está en parte la explicación de lo ocurrido, idénticos, tanto en patrón de los colores, como en el peso y complexión.
Su noticia se hizo viral cuando publicó lo ocurrido en las redes sociales, donde además explicaba que había decidido, quedarse con los dos.
Y es no podía ser de otra manera y se alegraba porque además, se llevaban realmente bien, como si fueran hermanos gatunos gemelos de toda la vida.
El problema, comenta, que muchas veces no sabe quién es quién de los dos y no tiene forma fácil de saber a cuál se dirige.
Muchas personas en las redes sociales le dijeron que esta situación, no era tan inusual como a él le parecía, y alguno, hasta llegó a compartir su propia experiencia, muy parecida a la de Stanislav.
Al final, nada tiene importancia comparado con que encontró a su gato perdido y además salvo a otro de la calle, una alegría doble para Stanislav para el final de esta divertida historia.
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