Si te estás preguntando si los gatos pueden comer queso, esos trocitos amarillos, cremosos, y deliciosos que tanto nos encantan, te vamos a dar todas las claves que debes saber antes ¿es realmente sano para ellos? ¿pueden comerlo?
¿El queso es tóxico para los gatos?
Tanto los veterinarios como los especialistas en el área de la nutrición de los gatos, concuerdan que no es es recomendable que los felinos coman derivados lácteos, donde se incluye el queso.
Ni siquiera como premio, pero ¿por qué exactamente?. Vamos a ver las razones de peso más importantes:
- Intolerancia a la lactosa: Sabes que los gatos, a medida que crecen, pierden la enzima que ayuda a descomponer la lactosa, ¿verdad? Pues sí, muchos gatos adultos son intolerantes a la lactosa. Esto significa que no pueden procesar correctamente los productos lácteos como el queso, lo que puede provocar malestar estomacal, diarrea o incluso vómitos.
- Alto contenido en grasas: El queso es rico en grasas. Aunque a nosotros nos puede gustar, para nuestros pequeños amigos felinos puede ser un problema. Un alto consumo de grasas puede llevar a la obesidad y otros problemas de salud en los gatos, como la enfermedad del hígado graso.
- Dificultad para digerir: A los gatos les cuesta digerir el queso. Su sistema no está diseñado para procesar alimentos con un contenido tan alto de grasa y lactosa, lo que puede generar problemas digestivos.
- Sodio: El queso suele tener un alto contenido de sal, lo cual puede ser perjudicial para los gatos. Un consumo excesivo de sal puede llevar a la deshidratación y afectar sus riñones.
- Aditivos y condimentos: Algunos quesos llevan aditivos y condimentos que pueden ser perjudiciales para los gatos. Alimentos como la cebolla o el ajo, que a menudo se encuentran en algunos quesos, son tóxicos para los gatos.
RECUERDA: El sistema digestivo de los felinos adultos, a diferencia de los pequeños (solo hasta la 5 semana de nacidos), no cuenta con la capacidad de generar las suficientes enzimas (lactasa, un tipo de β-galactosidasa).
¿Todos los gatos son intolerantes a la lactosa?
Ahora bien, hay algo más que debemos considerar: la intolerancia a la lactosa en gatos. A medida que crecen, los gatos pierden la enzima que ayuda a descomponer la lactosa.
Esto significa que muchos gatos adultos son, efectivamente, intolerantes a la lactosa. Así que, aunque no es tóxico, el queso puede ser bastante perjudicial para su digestión.
Señales de que un gato tiene intolerancia a la lactosa
Y ¿cómo podemos saber si un gato es intolerante a la lactosa? Aquí te dejamos algunas señales a las que deberías prestar atención en el momento de que se tome ese trocito de queso:
- Diarrea: Esta es una de las primeras señales de que tu gato puede ser intolerante a la lactosa. Si notas que tu gato tiene diarrea después de consumir queso u otros productos lácteos, podría ser un signo de intolerancia.
- Gases y flatulencias: Los gatos con intolerancia a la lactosa pueden experimentar un aumento en la producción de gases después de consumir productos lácteos. Si tu gato empieza a tener flatulencias de manera inusual, podría ser a causa de la lactosa.
- Vómitos: Algunos gatos pueden vomitar después de consumir productos lácteos si son intolerantes a la lactosa. Aunque los vómitos pueden ser un síntoma de muchas otras afecciones, si ocurren después de comer queso u otros productos lácteos, podría ser un indicativo.
- Malestar abdominal y ruidos estomacales: Un gato con intolerancia a la lactosa puede mostrar signos de malestar abdominal, como acurrucarse en una bola o ser reacio a que le toquen el estómago. También puedes notar ruidos estomacales inusuales.
- Pérdida de apetito: Un gato que no se siente bien debido a la intolerancia a la lactosa puede perder el apetito y dejar de comer.
Si sospechas que tu gato puede ser intolerante a la lactosa, ya sabes, nada de queso!, ni siquiera como premio.
¿Qué tipo de queso es seguro para los gatos?
Es lógico que quieras compartir un bocadito de queso con tu gato, especialmente si te está mirando con esos ojos suplicantes que solo los gatos pueden poner. Pero, ¿hay algún tipo de queso que sea más seguro para los gatos? Vamos a verlos:
- Queso bajo en lactosa: Hay quesos que están especialmente formulados para ser bajos en lactosa, lo que puede hacerlos más fácilmente digeribles para los gatos. Ejemplos de estos son el queso suizo y el cheddar añejo. Pero recuerda, aunque sean bajos en lactosa, siguen teniendo un alto contenido de grasas.
- Queso blanco: El queso blanco suele ser más suave y tiene un contenido de grasa más bajo que otros quesos, lo que puede hacerlo un poco más fácil de digerir para los gatos.
- Queso fresco: Este tipo de queso, también conocido como queso de granja o queso de burgos, puede tener menos lactosa que otros tipos de queso. Pero, al igual que con el queso blanco, su contenido de grasa sigue siendo un factor a tener en cuenta.
- Queso sin sal: Como ya mencionamos, la sal puede ser perjudicial para los gatos, así que si puedes encontrar queso sin sal, podría ser una opción un poco más segura.
El queso debe considerarse siempre como un capricho ocasional y siempre en cantidades muy pequeñas.
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¿Qué cantidad de queso puedo darle a mi gato?
Como regla general, el queso y otros «premios» humanos no deberían superar el 10% de la ingesta calórica diaria de tu gato. Y ten en cuenta que el queso es bastante calórico, por lo que incluso una pequeña cantidad puede sumar rápidamente a esa cifra.
En caso de que tu gato tolere el queso, la cantidad debe ser muy pequeña. Piensa en ello como un gusto ocasional y no como una parte regular de su dieta. Un trocito del tamaño de un dado sería suficiente.
¿Qué hago si mi gato ha comido queso y presenta síntomas de malestar?
Si tu gato ha comido queso y presenta síntomas de malestar, lo mejor es contactar a tu veterinario de confianza.
Pueden necesitar líquidos adicionales para ayudar a su sistema a procesar la lactosa, o incluso medicamentos para el malestar estomacal.
En resumen, aunque el queso no es tóxico para los gatos, tampoco es el mejor alimento para ellos. Asegúrate de conocer bien a tu gato antes de introducirle nuevos alimentos y siempre consulta a tu veterinario si tienes dudas.
¡Recuerda, queremos que nuestros amigos felinos estén tan sanos y felices como sea posible!
Todos los que tenemos gatos, nos hemos preguntado alguna vez, si los gatos pueden comer queso. Habida cuenta del interés que muestran, la gran mayoría, hacia estos productos de origen lácteo.
¿Y el yogurt, leche o nata? ¿pueden comerlo?
El yogurt a pesar de ser un producto lácteo, debido a la fermentación por acción bacteriana previa, el gato puede llegar a procesar y digerir con mayor facilidad, por lo que sería un producto que podría asimilar mejor.
Ahora bien, también va a depender directamente del tipo de yogurt, ya que no todos son «buenos» para ellos.
Los yogures que pueden ser consumidos por los gatos son aquellos que no contienen azúcar (ni endulcorados) ni mucho menos sabor, para ser más claros que sean 100% naturales y sin lactosa.
Igualmente que los quesos, es un alimento no recomendable para ellos, pero si lo prueba, solo de manera puntual y muy poquito.
En el caso de la nata si se debe ser claro que no puede ser consumida por los gatos, esto se debe a su alto contenidos en grasa, que puede dañar los intestinos de los gatos y su consumo recurrente puede ser nocivo para su salud.
Así que a la pregunta ¿Los gatos pueden comer queso? La respuesta es que mejor lo evites. No es un alimento apropiado para ellos, aunque a tu gato le atraiga el olor del queso en sus diferentes variedades y maulle insistente cuando te dispones a comer. Piensa en esto la próxima vez.
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