Quizás no sepas que es la Leishmaniasis en perros, pero hayas oído que es una enfermedad grave que puede comprometer seriamente la vida de tu perro, sobretodo si no has tomado medidas de precaución y si no se detecta a tiempo.
El origen de esta enfermedad se debe a un parásito, que tiene un ayudante esencial, el mosquito Phlebotomus perniciosus, el cual es su medio de transporte para contagiar a los perros sanos.
El leismania infantum, nuestro desagradable protagonista es un parásito (protozoo) y único responsable de la leishmaniasis canina. En este interesante artículo, que te recomendamos, vamos a hablar de qué es realmente las leishmaniasis en los perros, como se transmite, síntomas de leishmaniasis en perros para poder detectarla y por supuesto, como prevenirla y medidas a tomar en caso de contagio.
¿Qué es la Leishmania?
La Leishmaniasis es un enfermedad producida por un parásito que puede compartir perros, gatos y humanos (Zoonosis). El causante de la enfermedad es un protozoo flagelado, que infecta a los perros, con la ayuda de la picadura del mosquito Phlebotumus.
Se da la circunstancia, de que las hembras de este insecto, portan el parásito y lo transmiten, en el momento de la picadura, de un perro infectado, a un perro sano.
Como hemos mencionado antes, la Leishmaniasis es una enfermedad prevalente, esto quiere decir que se repiten con frecuencia, tanto por factores ambientales, o factores propios de zonas concretas.
En una enfermedad endémica de muchos países y hay que decir, que no todas las razas de perros, son igual de vulnerables. Tiene seguramente que ver, con los mecanismo de defensa, que han podido desarrollar razas originarias, de zonas más expuestas a la acción de este parásito.
¿Cómo se infecta un perro?
El proceso más común de contagio de este parásito es que un perro con leishmania, es picado por un flebotomino (insecto hematófago). Cuando el mosquito pica, algunas leishmanias infecciosas pasan al flebotomo.
Este a su vez, pica después a otro perro sano. Cualquier perro, puede quedar infectado por esta picadura y además, la probabilidad que este sólo mosquito, en una sola picadura, infecte a un perro sano, es muy alta.
Una vez nuestro desagradable parásito está en el perro sano, lo primero que hará es difundirse a través de la piel, provocando una leishmaniosis cutánea en el perro, que suele ser la más habitual. Si se difunde además con más fuerza a través de las vísceras del animal, estaremos ante un cuadro de Leishmanisis viceral.
Síntomas de Leishmaniasis en perros
Según el tipo de difusión de la leihmania, tendremos diferentes síntomas de la enfermedad causal, dependiendo de si estamos hablando de leishmania cutánea única o visceral. Vamos a ver entonces los diferentes síntomas:
Leishmaniasis cutanea en perros
Cuando hace acto de presencia la leismaniasis cútanea en un perro, lo primero que observamos en una dermatitis, acompañada de alopecia en la zona de los ojos y orejas del perro. El pelo a su vez pierde elasticidad, firmeza y brillo, volviéndose seco y aspero.
En algunos casos puede dar lugar a una dermatitis ulcerosa ya sea en un sitio concreto o de manera general. Se puede dar el caso de vasculitis, por una respuesta inmunitaria, lo que se traduce en heridas necrosadas sobretodo en la punta de las orejas y contorno.
Todos esta sintomatología, va acompañada por lo general de un decaimiento en el estado de actividad del perro y cuadros de fiebre.
Leishmaniasis visceral en perros
Llegados a este punto y aún siendo menos probable, puede ocurrir que en vez de verse afectada la piel, encontremos una afección de los órganos del perro.
Síntomas cuando afecta a sistema digestivo
Uno de sus síntomas más característicos en la diarrea en perros por el desarrollo de una colitis ulcerosa, que provoca una inflamación duradera y úlceras en el intestino del perro.
Síntomas cuando afecta a los riñones
Se puede observar que la orina del perro tiene un color rojizo (presencia de sangre). También denominada hematuria. En el caso de la hematuria microscópica, el color de la orina es normal, pero en un análisis, dará positivo. También puede observarse una disfunción renal patológica.
Síntomas cuando afecta a la hígado o bazo
Inflamación abdominal por el aumento del tamaño del hígado y del bazo, que se traduce en digestiones molestas, acompañadas en algunas ocasiones de dolor.
Síntomas cuando afecta a los ojos
Lo primero que se observa, son los ojos de color rojizo, muy presumiblemente por acción de los efectos del desarrollo de una conjutivitis, acompañada en algunos casos, de una complicación por infección en la cornea.
Síntomas neurológicos
El perro tendrá dificultades motoras, a la hora de caminar. Falta de coordinación en sus movimientos y desorientación.
Contagio y prevención de la leishmaniasis en perros
Si tu perro ya está tratado, no podrá contraer la leishmania. En el caso de los humanos, si es posible que puedan contagiarse de leishmaniosis, por la picadura del mosquito que la transmite. Si se dan las circunstancias de que esta persona, tiene las defensas bajas, podrá desarrollar la enfermedad, pero aún así es algo muy inusual e improbable.
Un remedio para evitar leishmaniasis y que tu perro pueda contraer la enfermedad, es poner mosquiteras en casa, sobretodo en las épocas cálidas y si es zona de riesgo endémico. También se puede utilizar antimosquitos.
Tenemos que evitar en lo posible, los paseos en zonas húmedas (cerca de los ríos, pantanos en las últimas horas de la tarde) y sobretodo proteger a nuestro perro con una amplia gama de antiparasitarios, en los formatos más comunes, como pipetas y collares.
Esperanza de vida de la leishmaniasis
No existe un pronóstico general, ya que la Leishmaniasis, es una enfermedad que no tiene cura y que se agrava, dependiendo del estado de avance de la misma.
La esperanza de vida de un perro con Leismaniasis, está relacionada con los daños sistémicos en órganos vitales, como son los riñones o hígado, en cuyo caso la vida del perro, corre serio peligro.
Aunque la evolución de esta enfermedad es compleja, se pueden dar, por norma general, estas situaciones:
«Cura» de la enfermedad
Como hemos dicho antes, no existe tratamiento que elimine el parásito causante de la enfermedad de la lesihmania. Por lo tanto, puede ocurrir, que con una detección precoz y el tratamiento adecuado (a veces incluso sin él, si está fuerte), el perro pueda hacer frente a los efectos del parásito, controlar la infección y recuperarse totalmente, llevando una vida normal.
Recuperación parcial
Sí, tristemente la lesihmaniasis es mortal, si se producen daños vitales en órganos importantes como hígado, bazo o riñones.
También cuando se complica con otras afecciones, que debilitan el sistema inmunológico del can o existe rechazo al tratamiento. En estos casos, el parásito ha llegado muy lejos y sus efectos son mortales.
Tratamiento de la Leishmaniasis
Existen varios tratamientos conocidos actualmente para esta enfermedad, los nombraremos aquí, pero son meramente informativos y nunca facultativos. Eso le corresponderá siempre al veterinario.
El problema que se plantea en la mayoría de ellos además, es la toxicidad que presentan para el animal, por lo que su uso debe estar siempre en manos de veterinarios experimentados en el tratamiento de esta enfermedad y estudiando caso por caso, con todas sus casuísticas.
El antimoniato de meglumina
El antimoniato de meglumina es probablemente según los veterinarios, uno de los tratamientos más efectivo y actúa inhibiendo de forma selectiva la glicólisis y la oxidación de los ácidos grasos del parásito invasor, produciendo una mejora rápido en un periodo de unos 3 meses.
Además Últimos estudios aseguran que la miltefosina, tiene una acción completa contra la leishmaniosis y puede ser recomendada en algunos casos como una alternativa al antimoniato de meglubina, anteriormente mencionado.
Tratamiento con morbifloxacino
Se trata de un fármaco seguro, que según alguno estudios, sería recomendable para el tratamiento de la leishmaniasis durante un periodo de tiempo no superior a 28 días (se demostró que más tiempo, llevaba asociado recaídas) y con apoyo de otro medicamento de soporte para los posibles efectos oftalmológicos.