Averiguar el sexo de un felino, sobre todo si el animal aún es cachorrito, no es tan fácil como pudiera parecer. De hecho, la mayoría de personas que desean adoptar un gatito callejero o un cachorro se preguntan cómo saber si un gato es macho o hembra.
Entre muchísimas razones está la de ponerle nombre al nuevo compañero de vida. Tenemos el caso de una seguidora que creyó que su gato era hembra hasta que a los dos años vio cómo a su “gata” se le desarrollaron dos vigorosos testículos. La señora le cambió el nombre a su mascota y lo llamó “Trans”, en homenaje a la comunidad transgénero.
Sin embargo, aunque este caso parezca excepcional es más habitual de lo que parece. Lo mejor es que desvelemos algunos trucos para descubrir el sexo de nuestro gato cuanto antes.
Cómo realizar un examen visual
Cuanto más pequeños sean los gatos que vamos a examinar más dificultosa será la tarea de saber el sexo de estos animales. También presentan problemas algunos gatos, aunque sean un poco más mayores, que son encontrados en la calle o las camadas de cachorros.
Lo primero que se puede hacer es realizar un examen visual. Usa guantes de látex de un solo uso. Sobre todo si los gatos no son tuyos, por cuestión de higiene y para no contaminar al animal, el animal a ti o a otros elementos de la camada. Antes y después de cada inspección, usa una solución desinfectante, como alcohol de 70 grados en gel.
Características externas de las hembras de gato
Coloca el felino boca arriba, de manera que puedas mirar su ano de frente. Identificar a una gata va a resultar mucho más sencillo. Su anatomía es más simple y solo deberás reconocer la vulva y el ano.
La posición del ano está justo debajo de la cola y a poco menos de un centímetro por debajo, está situada la vulva. Ambos orificios están muy próximos. El ano se presenta como un agujerito y la vulva como una pequeña raya. Las dos aberturas están muy juntas.
El hecho de que tengas entre tus manos una gata más mayor y castrada no supondrá ningún cambio, puesto que esta operación no afecta en nada a su aspecto externo.
De todos modos es cierto que si los ejemplares son muy pequeños, la inspección ocular resulta más complicada, porque el gato macho aún no ha desarrollado órganos masculinos y dificulta la resolución.
Esto cambiará alrededor del mes y medio de edad, cuando los órganos sexuales ya se hayan desarrollado. Aún así algunos especímenes adultos sigan presentando complicaciones a la hora de distinguir su sexo.
Características externas de los machos de gato
El aspecto externo de un gato macho es distinto de la hembra. Sus órganos sexuales son diferentes, aunque ya hemos avisado que cuando antes del mes y medio resulta difícil notar la diferencia.
Cuando ya se comienzan a desarrollar estos órganos, podrás ver que debajo de la cola también está el ano, a unos tres centímetros del pene. Distinguirlo en el cachorro resulta realmente difícil. Sin embargo, comparar la distancia entre los dos orificios sí nos permite establecer la diferencia. El espacio entre ambos es notablemente mayor que en las hembras.
También podemos encontrar el escroto y los testículos. Notarás un saquito de piel recubierta de pelaje, donde se alojan los testículos. Estos dos bultitos pueden ser visibles desde cachorros y también podrás palparlos. Incluso cuando el gato ha sido castrado, todavía podrás tocar el escroto.
Debes permanecer muy atento. Al principio, distinguir el pene presenta dificultad. Con el paso del tiempo, comprobarás que con una visual de la parte posterior del gato macho, verás sobresalir un pequeño apéndice recubierto de pelo. Rebasará un poco a los testículos.
El color como forma de saber si un gato es macho o hembra
El pelaje de un felino puede darnos la pista que necesitábamos para determinar si nuestro gato es macho o hembra. Partimos del hecho de que los de sexo masculino solo pueden presentar, como máximo, un manto de dos colores. En cambio sólo los gatos tricolores, carey o calicó, son hembras en un 99,96%.
En extrañísimas ocasiones se puede encontrar un gato macho con tres colores, pero la pauta es de uno entre diez ejemplares. En estos casos el gato es diagnosticado con el síndrome de Klinefelter. Casi todos ellos padecen esterilidad.
Lo normal es que el varón sea de un solo color. Predomina el negro o naranja, con cualquiera de sus combinaciones. También pueden presentarse con el pelaje degradado: canela, gris, azul, marrón… o de color blanco mezclado con naranja o negro. Sin embargo, la genética solo permite a la hembra lucir en tricolor.
Fíjate también en el tamaño del cuerpo. Los machos suelen ser más grandes y pesan más. Si aún así no encuentras como saber si un gato es macho o hembra, acude al veterinario y te sacará de dudas. ¿tu gato era macho y creíste que era hembra, cuando lo adoptaste o viceversa?